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lunes, 11 de septiembre de 2017

Desafío ganadero en Madrid

Un toro de Saltillo y José Carlos Venegas, la casta y el valor

 La programación del final de la temporada de verano, anterior a la feria de Otoño, la empresa se ha sacado de la manga un desafío ganadero en el que compiten seis hierros de los clasificados como muy de Madrid. Y para empezar se enfrentaron los de Saltillo y Juan Luis Fraile, con claro triunfo saltillero, especialmente por el juego del tercer toro, de nombre Gallito, que después de mansear en cuatro puyazos, se entregó en el quinto y cambió como de la noche al día porque en la muleta humilló y embistió con casta y codicia.

En este toro José Carlos Venegas estuvo a tono con las exigencias del de Saltillo. El torero de Jaen templó y ligó, plantado con firmeza en el toreo sobre la mano derecha, sobre la que fundamentó prácticamente toda su labor, aunque en el toreo al natural dejó un par de apuntes. La gen te no le tuvo en cuenta el espadazo haciendo guardia con el que culminó la faena y le pidieron con mucha fuerza una oreja, la misma que paseó con el orgullo de cortársela en Madrid a un toro de verdad encastado.
En el sexto, de Juan Luis Fraile, un torazo de bella lámina y muy mal estilo, se defendió con más agallas que técnica ante las violentas tarascadas del animal y su forma de reponer y rebañar. Pero consiguió, por lo menos, salir ileso ante aquel aluvión de gañafones. Como ileso salió también Octavio Chacón después de enfrentarse a un lote imposible, tanto su primero, de Saltillo, cogiendo moscas en derrotes de infarto y midiendo cada embestida, como en el cuarto de Fraile, un toro complicadísimo, con la mirada en el bulto y la cara por las nubes. En ambos toros Chacón muleteó con dignidad.
Pérez Mota del que puedo dar fe de que en alguna ocasión le aprecié condiciones de torero fino y de exquisita muleta, ayer estuvo a la deriva ante la casta del quinto, de Saltillo, un toro exigente al que no encontró nunca ni la distancia, ni el temple y menos aún poderle por bajo. La gente se metió con el chaval de Cádiz, aunque me habría gustado ver con este toro a alguno de los de arriba del escalafón. En su primero, de Fraile, un toro de cara arriba y embestida arisca y cortísima hizo un esfuerzo por correr la mano aunque apenas conseguía remedos de muletazos.
Plaza de Madrid. Desafío ganadero, primera corrida. Un cuarto de entrada. Toros de Saltillo (6), encastados, de mucha movilidad y de juego bravo el tercero, y de Juan Luis Fraile (3), muy serios y de complicada y mansa condición. Octavio Chacón (5), de nazareno y oro. Dos pinchazos, bajonazo y tres descabellos. Un aviso (silencio). Pinchazo y estocada caída (silencio). Pérez Mota (4), de grana y oro. Cuatro pinchazos y bajonazo. Un aviso (silencio). Cinco pinchazos y descabello (pitos). José Carlos Venegas (7), de turquesa y oro. Estocada que atraviesa (una oreja). Pinchazo hondo, media estocada atravesada y dos descabellos (silencio).

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